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Hitler y la Masonerìa
Adolfo Hitler, en su libro "Mi Lucha", entre todos sus delirios, comentó "la masonería ha sucumbido a los judíos y se ha convertido en un excelente instrumento para combatir por sus intereses y para usar sus "hilos" para tirar del nivel superior de la sociedad en pro de sus designios". "La parálisis general del instinto de auto-preservación nacional de la sociedad empezó por causa de la masonería".
En 1937 el régimen Nazi denomina a la Masonería como "enemiga del estado y el 13 de agosto de 1940, como complemento, surge una ley que prohibía la sociedades "secretas", de modo que la Masonería fue prohibida en todos los países aliados con los Nazis o bajo su control, desde luego Francisco Franco hizo lo suyo, lo mismo que Serguei Nilus y el Clero Católico para variar, así como otros tantos. Se hablaba de un contubernio judeo-masónico-comunista (aunque los rusos por su parte tacharon a la Masonería de capitalista).
La Masonería Alemana ocupaba el segundo lugar en importancia a nivel mundial, dado que contaba con 690 logias y 70.000 masones aproximadamente. A la Masonería en casi toda Europa, le son confiscados sus archivos, propiedades y son destruídos sus Templos. Comenzaron también los arrestos y las muertes, como la de Gaston Delaive, Gran Maestro de Bélgica, el cual fue decapitado con una hacha por los nazis en Brunswick. Miles de hermanos fueron enviados a campos de concentración y muertos por pelotones de ejecución; entre entre 80.000 y 200.000 masones fueron enviados a campos de concentración por ser masones y muchos de ellos exterminados, según los registros.de.la.Oficina.Central.de.Seguridad.del.Reich.(RSHA.oReichssicherheitshauptamt). Aunque también muchos lograron salvarse, como en el caso del Q:.H:. André Bastien, quien estuvo en los campos de Mauthausen y Bergen-Belsen, en donde sirvió como conejillo de indias para algunos experimentos de refrigeración.
Quizás esto de una idea del porqué la discreción masónica, si no lo había contemplado anteriormente, sin dejar las persecusiones a que ha sido objeto por parte de la Iglesia y su Santa Inquisición, de lo cual iremos hablando en un futuro. Sin embargo, todo eso no es cosa del pasado. Esas persecuciones y difamaciones son reales y muy actuales.
Hay quienes piensan que Hitler quería acabar con la Masonería establecida para formar una Masonería Aria liberada del dominio judío, dado que pretendían reunir en sus filas a lo mejor del Reich y crearon la Sociedad o Logia de Thule, pues según decían los nazis “la historia nos ha enseñado que mientras el ario construye, el hebreo destruye”.
En todo esto hay sus leyendas y sus mitos... Una de ellas, es que tanto Adolfo Hitler como Francisco Franco, odiaban a la Masonería porque pidieron ingresar en ella y las logias les negaron el acceso. Otra es que se pensaba que los judíos se habían apoderado de la Masonería y que querían gobernar al mundo; ello estaba muy claro, según ellos, por la tendencia de algunas logias a poner demasiado énfasis en el estudio de la Cabala hebrea y a ciertas palabras empleadas en los rituales masónicos.