Llevarlo como lo debe hacer un compañero, es recordar que el triángulo nos remite invariablemente a la espiritualidad y el cuadrado donde descansa a la representación de la materia, porque en este grado se están dando los golpes a la piedra de tal manera que nos estamos aparatando de las cuestiones materiales y empezando el largo y nada fácil camino del dominio de las pasiones, corrección de defectos y abatimiento de los vicios. Es decir se está en el proceso de asimilación y comprensión del mandato de cumplir con los deberes para con el G.'.A.'. D.'. U.'..

El triángulo oscuro que se forma al doblar la punta del lado izquierdo simboliza el misterio, esa cuestión desconocida que existe del más allá y que atemoriza por no poder definirlo pero que está ahí esperándonos quien sabe cuando y como, pero es algo que no podemos obviar u olvidar por que esta tan presente como nuestra respiración, representa también a las tinieblas, la ignorancia, el infinito, lo desconocido, al reposo, al dolor, al luto de la noche.

La escuadra que se forma nos recuerda constantemente que es el símbolo del trabajo y la norma de conducta que debe acompañar al masón a lo largo de su vida a la hora de ejecutar sus actos y juzgar sus acciones, sin olvidar que sus eternas acompañantes serán la equidad, la razón y la cordura, esta herramienta es también símbolo de honor, laboriosidad y constancia.

Procuremos entonces como masones en activo, llevar siempre el mandil bien ceñido a la cintura, durante el desarrollo de nuestro trabajo profano, para que desarrollemos nuestras actividades sin perdida de tiempo ni hagamos que otros lo pierdan, tratemos siempre de apoyar al que lo necesite, desde nuestro humilde puesto en la oficina o dependencia en la que nos encontremos los usuarios nos lo agradecerán, por que resulta que a veces viene de sitios muy lejnos y por una mala atención no logran destrabar sus asuntos.

Trabajemos por la institución y para la institución que es la que nos proporciona el medio para ganarnos la vida respondamos a la confianza depositada con trabajo, entrega, disciplina, honestidad, honor, laboriosidad y constancia, seamos empleados leales al trabajo no al Director General, al jefe de personal, somos aves de paso en las dependencias y solo disponemos de una vida para servir a uno mismo, a los semejantes y a la divinidad, busquemos esa armonía con el otro y el mundo será un mejor lugar donde vivir