Arreos Masónicos


Juan y Miguel eran dos Masones de los que gustan de tener sus propias decoraciones y no depender de los de su Lo gia. En una ocasión, al colocarselas para una Tenida de su Logia, a Juan se le salió de su caja un par de medias de seda femenina. Miguel extrañado observó: 

-Me pregunto, Juan, ¿qué hacen aquí esas cosas?... 

Juan dio una mirada y susurró: 

-Recuerdas la Tenida Blanca del año pasado? Miguel respondió afirmativamente y Juan continuó: -No se lo digas a nadie, pero al regresar a casa me detuve en un barcito en donde conocí una bella dama. Parece ser que ella olvidó sus medias en el carro y mi esposa las encontró. Le dije que era p orque había subi do a un Grado superior en la Masonería, así que desde entonces ella siempre me las guarda en mi caja junto con mis guantes. 



....Sonrie