La Parábola Del Pato Muerto
El pequeño Daniel visitaba a los abuelos en su granja. Sus padres le habían dado una cauchera para que cazara cuando estuviera en el campo.
Él practicó muchas veces, pero nunca pudo darle a su objetivo. Ya un poco desanimado regresó a la casa para la cena. Mientras caminaba de regreso, vio el pato más querido por su abuela, de manera impulsiva, le tiró una piedra con la resortera, le pegó al pato en la cabeza y lo mató. Él estaba impresionado y consternado, en un momento de pánico escondió el pato muerto entre una pila de madera. En ese momento, vio que su hermana Sara lo estaba observando. Ella lo había visto todo, pero no dijo nada.
Después del almuerzo del siguiente día, la abuela dijo:
-Sara, vamos a lavar los platos.
Pero Sara le contestó:
-Abuela, Daniel me dijo que el quería ayudarte en la cocina. Luego le susurró a su hermano: ¿recuerdas el pato?. Así que Daniel lavó los platos.
Más tarde ese día, el abuelo les preguntó a los niños si querían ir a pescar, pero la abuela dijo:
-Lo siento pero necesito que Sara me ayude a hacer las compras
Sara sonrió y dijo:
-Abuela, hay problema porque Daniel me dijo que quería ayudar con eso.Ella susurró nuevamente: ¿Recuerdas el pato?. Sara se fue a pescar y Daniel se quedó ayudando.
Después de varios días en los cuales Daniel hizo tanto sus tareas como las de Sara, pero no pudo soportarlo más y finalmente le confesó a su abuela que él había matado el pato.
La abuela se arrodilló, le dio un abrazo y le dijo:
-Hijo, yo lo sé. Yo estaba parada en la ventana y vi todo lo que pasó, y porque te amo, te perdono. Sólo me preguntaba cuánto tiempo más permitirías que Sara te hiciera su esclavo.
(Autor Desconocido)