MISERERE


Profano:
La doliente actitud en que os encontráis, doliente y triste como una flor de holocausto o de martirio, enciende en nuestros corazones una llama de piedad, no sólo para vos, símbolo, en este instante, de algo grandioso que respetamos y admiramos, sino para todos los que sufren, para todos los que dudan y para Brote de vuestros labios la frase misteriosa y bendita, intérprete de los sentimientos más enaltecedores y más puros, y, la mariposa del espíritu, revolotee en torno de los corazones desolados, cubriendo con sus alas de piedad las úlceras que infectan, las deformidades morales y el cáncer que lleva el malvado en la conciencia, como un torcedor implacable, acusador de faltas y de hechos delictuosos.


HERMANOS

Imploremos en este instante solemne, la misericordia de lo Alto, a favor de todos los que viven en tinieblas y no comprenden el amor y la gloria que a los justos reserva el Gran Arquitecto del Universo.


Queridos hermanos, acompañadme en esta plegaria

Por todos los que trafican con el honor y hacen de la dignidad artículo de mercado...

Por los calumniadores, sierpes venenosas que ocultamente destrozan la virtud, porque no la poseen, porque les estorba o porque no la saben interpretar...

Por la envidia que rabia en la impotencia, por la soberbia que desprecia al mérito y por el crimen que busca las sombras en acecho de la víctima escogida, para saciar insanos apetitos...Por las pasiones que degradan, por el lodo en que la carne se agita y por la carne que se pudre en los lupanares...

Por el falso amigo a quien brindamos nuestra sal y nuestro pan y que luego estampa en nuestras mejillas el beso de Judas...

Por los que seducen a la virgen y después de convertirla en ramera, contestan a sus lamentos con estentóreas carcajadas...

Por los que vomitan injurias cuando carecen de razones; por los que niegan el mérito ajeno y por los que maldicen la mano que les enjuga las lágrimas y les restaña las heridas...

Por los que se burlan de los ancianos y por los ancianos que prostituyen sus canas...

Por los intemperantes y fanáticos en materias religiosas; por los que convierten la caridad en grosera especulación y por los que ofician en los altares del error, quemando orobias a la diosa Mentira...

Por los que se ríen de las penas ajenas y por los que dejan el Templo vacío y van a hacer alarde de desvergüenza en la ascosa taberna...

Por la esposa que brinda caricias y complacencias de traición y corrupción, y por la madre que vende el honor de sus hijas...

Por todos los degenerados; por todos los histriones; por todos los miserandos de la vida, y por todas las horruras que flotan como un escarnio o como una maldición en el océano de los misterios humanos...